Uno de los "ministros" del Papa, el cardenal Renato Martino, calificó de "inhumana" la decisión del presidente norteamericano George W. Bush de construir un muro de 1.120 kilómetros en la frontera de EE.UU. con México para impedir el ingreso de inmigrantes ilegales. Martino dijo también que el muro de Bush recuerda el muro de Berlín y que es una violación de los derechos humanos.
El alto prelado vaticano también expresó la esperanza de que la nueva mayoría demócrata en ambas cámaras del Congreso estadounidense permita rectificar la "inhumana" operación.
"En una época en la cual el regocijo ha invadido el mundo por el derrumbe de muros vergonzosos como el de Berlín, es absurdo e inconcebible que sean erigidos otros, como el decidido por EE.UU." en la frontera con México, afirmó el cardenal Martino, que antes de ser promovido al cardenalato fue durante 12 años el observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas.
El cardenal fue aún más duro con el presidente Bush al afirmar que "esta operación es contraria a las aspiraciones de la humanidad de construir una familia de hermanos, sin distinciones de razas y de culturas".
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